En 1993, para conmemorar el encuentro africano, la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la UNESCO, determinó establecer el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, a fin de impulsar evaluaciones internacionales en ese ámbito, la defensa de la independencia de los medios de comunicación, así como rendir homenaje a los periodistas que hubiesen perdido la vida en el ejercicio de su profesión.