El rompimiento formal con el maderismo fue a través del Plan de Ayala del 28 de noviembre de 1911. Este se discutió en el corazón de los cuarteles zapatistas, en mesa abierta, en reuniones públicas en las casas de los mismos pobladores. Fue apoyado por los generales del Caudillo del Sur, entre los que se encontraba Otilio Montaño, personaje fundamental en la redacción del documento y quien lo firmó en segundo lugar, junto al general José Trinidad Ruiz, solo debajo de la rúbrica de Zapata.