Los relatos de bandidos populares cabalgan en ese frágil territorio bañado por la imaginación de escritores, por los mitos transmitidos en corridos y que se repiten a través de los años bajo el mismo guion, y actualmente en el nebuloso espacio cibernético.
La mayoría de la audiencia estaba allí porque sabía que las bandas del cartel harían grandes cosas, pero fue Santana, sin duda, la sorpresa para todos.
A inicios de los sesenta llega a San Francisco un joven de quince años llamado Carlos Santana, nacido en Autlán, Jalisco, y con una breve niñez en Tijuana, en donde conoció a otro chamaco Javier Bátiz, quien le enseñó a tocar como BB King, Ray Charles y Little Richard.A inicios de los sesenta llega a San Francisco un joven de quince años llamado Carlos Santana, nacido en Autlán, Jalisco, y con una breve niñez en Tijuana, en donde conoció a otro chamaco Javier Bátiz, quien le enseñó a tocar como BB King, Ray Charles y Little Richard.
Lewis Hine comenzó a colaborar en 1907 con el Comité Nacional de Trabajo Infantil (NCLC, por sus siglas en inglés) para conformar un expediente fotográfico y presentarlo al Congreso para impulsar una enmienda que pusiera fin a esa explotación.
El lema “limpia, fija y da esplendor”, con el que la Real Academia de la Lengua Española se distingue, fue dado por los miembros originales de acuerdo con lo siguiente: “la palabra limpia se refiere a la intención de sacar de la lengua las formas no reconocidas como propias; fija se encuentra en el lema en el sentido de sostener sólidamente el sistema lingüístico del español, y da esplendor en el sentido de que distribuye y educa en torno a las normas de la lengua española”.
Aún seguían los disparos en algunas regiones del país y recién se había promulgado la Constitución mexicana de 1917, cuando apareció un nuevo y doloroso fenómeno: la llamada influenza española, que era señalada por el diario ABC como una “guerra a las cochinadas”.
A inicios del siglo XIX, la lucha contra los insurgentes llevó a las autoridades virreinales a permitir la libre producción del vino mezcal para obtener ingresos. Consumada la independencia, fue prohibido nuevamente para apaciguar a la población y propiciar el orden público.
El consumo de bebidas alcohólicas se asociaba a las actividades que primero fueron condenadas, pero después aceptadas bajo la vigilancia de las autoridades, como los juegos de azar.
Con las reformas borbónicas del siglo XVIII, la Corona emprendió cambios administrativos buscando aumentar sus ingresos. Por ello, algunos españoles interesados en la producción legal sostenían que la erradicación de las bebidas alcohólicas era imposible y que resultaba más conveniente para el rey y sus funcionarios legalizar su producción y consumo.
El virrey marqués de Casafuerte fue uno de los opositores más férreos a la producción de bebidas alcohólicas. Durante su mandato, se enfrentó con los frailes jesuitas que elaboraban destilados en sus recintos.