El cineasta Adolfo Best-Maugard dirigió la reconocida película La mancha de sangre (México, 1937), censurada, entre otros aspectos, por el erotismo de sus escenas.
Después de terminar su sermón con gritos y en una actitud hostil, el pastor Shannon es separado de su cargo tras ser acusado de pederastia. En seguida es internado en una clínica psiquiátrica y luego viaja a Puerto Vallarta, Jalisco, en un esfuerzo por resarcir su vida, aunque lo que parece buscar es evadir su realidad hasta perderse, no sin antes intentar redimirse mientras se refleja en una iguana a la que libera después de permanecer atada.
Para apreciar la costa mexicana de Puerto Vallarta en los años sesenta, así como las espléndidas actuaciones de sus protagonistas vea el tráiler de la película.
Reseña del libro Los muros invisibles. Las mujeres novohispanas y la imposible igualdad. Autora: Pilar Gonzalbo Aizpuru. México, El Colegio de México, 2016, 364 p. Precio: $275.00
La llegada de Almada a los Medias Rojas de Boston fue circunstancial, pues el gerente del equipo, Eddie Collins, había acudido a comprar a otro jugador de los Indios de Seattle. Le gustó tanto Mel que terminó fichando a los dos.
Esto sería fundamental en los procesos independentistas en América, pues por primera vez se desconocería al gobierno de la metrópoli y después se iniciarían diversos procesos revolucionarios, los cuales al final lograrían su objetivo, a pesar del fin de la ocupación napoleónica y la restauración de la casa de Borbón en el trono español.
México cuenta con una amplia cantidad de litoral, por lo que el aprovechamiento alimenticio, cultural y comercial de los mares ha marcado la historia de varias de nuestras regiones y de nuestra sociedad.
Filmada en las modernas instalaciones de Televicentro y los estudios de San Ángel, esta comedia destaca por su variedad musical, evocar pasajes históricos mundiales y congregar a los mejores comediantes de su tiempo.
A las galas de besamanos acudía la élite novohispana, que solía llegar en sus mejores coches, ataviados con elegantes atuendos y conformando un vistoso desfile que encantaba a la población que los flanqueaba.
Walker arribó a Nicaragua con un contingente armado para apoyar al bando liberal en su guerra contra los conservadores. Sin embargo, después se hizo jefe de su ejército y llegó a ser presidente de esa nación.