Para convencerlo de venir a México se le ofreció un sueldo más alto que el del director, gastos de viaje de ida y vuelta y la promesa de que dedicaría todos sus esfuerzos a los programas bacteriológicos del IBN.
El maestro judoka exhibió su arte en México a principios del siglo XX
El Conde Koma transformaba radicalmente su postura y con ágiles movimientos lanzaba a sus oponentes por el aire o les hacía pedir clemencia mediante llaves bien aplicadas.
Mientras acumulaba éxitos con la publicación de sus libros y la exhibición de películas basadas en su creación literaria, su fama creció y con ella los mitos acerca de su identidad.