En las instrucciones que se dieron a los ministros encargados de cuidar la doctrina católica en territorio virreinal, se les prohibió proceder contra los indígenas.
Se escucharon las notas del Himno Nacional interpretado por un coro de mil voces acompañado por la Orquesta Sinfónica, bajo la dirección de Carlos Chávez.
En 1866 este brillante pianista europeo respaldó la creación del Conservatorio de la Sociedad Filarmónica Mexicana, en parte gracias a la intermediación del archiduque austriaco Maximiliano de Habsburgo. Un espaldarazo que no vino nada mal a una institución que sería el antecedente del actual Conservatorio Nacional de Música.
La polémica había surgido con la presentación del sexteto de jazz de Chilo Morán, cuando algunos señalaron que esa música estaba bien para cabaret y salones de baile, pero no para el principal recinto artístico de la nación.