La cabezota de Cárdenas

Un monumento colosal en Tlapehuala, Guerrero
Ricardo Cruz García

A la manera de los antiguos olmecas, en la región de Tierra Caliente se esculpió una monumental cabeza en honor al general Lázaro Cárdenas. Era la década de los setenta del siglo pasado, en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, y al parecer se había dado una pequeña fiebre por erigir tremendas cabezotas.

Cárdenas (1895-1970) es recordado con mucha estima en estas tierras, no sólo por la cercanía con su estado natal (Michoacán), sino porque en julio de 1918 el general derrotó a un grupo de opositores al gobierno de Venustiano Carranza en San José Poliutla, segunda localidad en importancia de Tlapehuala, sólo después de la cabecera municipal. Además, Zacarías Salmerón (1918-2011), el llamado Poeta del Violín, orgullo de la región nacido en esta localidad y destacado representante de la música tradicional calentana, se jactaba de haber conocido a “Tata” Cárdenas y contaba que forjó una perdurable amistad con él, lo cual le llevó a tocar en Los Pinos cuando era presidente del país, e incluso que don Lázaro le gestionara una plaza de maestro en un jardín de niños tlapehualense –la cual mantuvo hasta poco antes de su muerte– y le regalara una copia de un violín Stradivarius.

Para hacer un homenaje al hombre que decretó la expropiación petrolera y dio un gran impulso al reparto agrario, se pensó en un monumento a la vera de la vía que cruza por Tlapehuala. 

Desde febrero de 1993, al frente de la cabeza se encuentra el Museo Regional Lázaro Cárdenas, el cual exhibe documentos y fotos de la actividad del general michoacano en la región, así como unas cuantas piezas arqueológicas.

 

Esta publicación es un fragmento del artículo “La cabezota de Cárdenas” del autor Ricardo Cruz García y se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México, núm. 55.