Los jesuitas establecieron en la calle de Tacuba un noviciado llamado en principio de Santa Ana y desde 1676 de San Andrés, el cual se convirtió con el tiempo en un colegio jesuita.
Los avatares del destino le tenían dispuesto a Díaz un nuevo y significativo encuentro con soldados de la nación gala, solo que en circunstancias muy distintas a las sucedidas el siglo anterior.
Un comando armado, encabezado por el pintor chihuahuense David Alfaro Siqueiros, tomó por asalto la casa de Trotsky, pues como partidario del comunismo de Stalin, el artista planeaba asesinarlo.
Entre sus obras destacan el retrato de Sor Juana Inés de la Cruz, los cuatro lienzos ovalados del crucero de la Catedral Metropolitana de la ciudad de México, las representaciones del vía crucis de la catedral de Puebla y del martirio de San Sebastián en el templo de Santa Prisca, en Taxco (Guerrero).