La censura contra revistas y filmes a mediados del siglo xx
A mediados del siglo pasado, no eran pocas las voces que condenaban los niveles inaceptables que rozaba la moral de la sociedad mexicana. Los rumores alegaban que niños, jóvenes y adultos, por igual, denigraban su decencia al consumir publicaciones periódicas de “mala nota” o lascivas, así como al quedar expuestos a conductas libertinas que se exhibían en filmes nacionales y extranjeros, los cuales los alejaban de los verdaderos valores morales y el catolicismo que debían regir en sus vidas.
Jesús Sánchez vivía hacinado con sus cuatro hijos, nietos y pareja en turno en un espacio cuya escasa amplitud era fácilmente depredada por el hacinamiento. Compartían desde la falta de privacidad y los alimentos, hasta los sueños de por fin acabar con la miseria.
Los caligramas, como el que escribió Guillaume Apollinaire sobre México, son creaciones literarias, generalmente poéticas, en las que la disposición de las palabras forma figuras que aluden al tema tratado.
Aquella empresa fue un tormento. El tormento de cientos de Sísifos condenados a empujar una piedra. No cualquier piedra, pues cuando hablamos de Rusia todo es descomunal, granítico, colosal. Era la piedra más grande del mundo movida por humanos. Un ciclópeo peñasco de granito de 1,500 toneladas que fue arrastrado seis kilómetros hasta el corazón de San Petersburgo. Una mujer fue la responsable de aquella misión: la zarina Catalina II, también llamada Catalina la Grande.
Elvis también tuvo su momento acorde a lo que representó el 68 en EUA y el mundo, pues de último minuto se compuso para él If I Can Dream, una pieza sobre la unidad racial.
Conocido también como el ‘68 Comeback Special, el concierto fue grabado con antelación el verano anterior. Según los que trabajaron con él esos días, el Rey estaba nervioso, tímido, porque no había cantado en años.
En el Archivo General de la Nación (en Ciudad de México) existen listados de miles de habitantes de la Nueva España que contribuyeron a financiar la guerra de Estados Unidos contra Inglaterra.
A inicios del siglo XVI, los primeros colonos europeos, fundamentalmente de España, Francia e Inglaterra, se asentaron en el territorio que hoy es parte de Estados Unidos, entonces habitado por grupos indígenas seminómadas.