Las casas de Cortés en Veracruz

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Gerardo Díaz

Hernán Cortés fue dueño de varios asentamientos. Conforme se transformó en el marqués del valle de Oaxaca, mejoró su estilo de vida y dignificó, de acuerdo con su estatus social, sus propiedades.

 

Generalmente identificamos como las Casas de Cortés a Palacio Nacional y a la sede de la alcaldía de Coyoacán, pero tuvo más.

En el municipio La Antigua, en Veracruz, existe desde hace 502 años el primer puesto estratégico del conquistador. La rebeldía total, las posibilidades de riqueza y el no dar marcha atrás se fraguaron ahí. Cortés la habitó poco tiempo, pero la edificación se convirtió en la base del tráfico mercantil entre Nueva España y la metrópoli; es decir, en la columna vertebral de la economía imperial.

Durante medio siglo, esta sede ayudó a transformar el mundo conocido. Lo sorprendente es que tras su abandono y a más de cinco siglos de distancia, gran parte de las habitaciones se mantienen en pie y muestran lo suigéneris de su construcción, para la cual se utilizaron materiales como barro, coral y piedras de río. Así, se aprovecharon los recursos disponibles y el ingenio de algunos hombres para levantarla.

Paradójicamente, la misma naturaleza la reincorporó al ciclo de la vida y ante la falta de personas que la habitaran, los árboles de amate se la apropiaron, dando un resultado visual espectacular, pues sus raíces se extienden entre el suelo y el

techo, pasando junto a sus muros. Sin duda es un paseo ecológico, histórico y botánico. Un hermoso espacio al aire libre para comenzar a salir y disfrutar de México.

 

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