Actualmente, muchos ahuehuetes son protegidos por organizaciones medioambientales. A lo largo de los siglos, muchos ciudadanos han podido convivir en sus alrededores o bajo la sombra de sus tupidos follajes.
Muchos ahuehuetes están cubiertos de una planta del género Tillandsia conocida como paixtle o heno, el cual cuelga de sus ramas imitando cabelleras encanecidas, lo que les da el aspecto venerable y druídico.
Algunas de las escenas plasmadas en los óleos decimonónicos protagonizadas por los ahuehuetes hoy serían irreplicables debido a los cambios que ha experimentado el medio ambiente a lo largo del tiempo.
Los ahuehuetes fueron estudiados por botánicos europeos, quienes llevaron litografías, fotografías, hojas y semillas para su reproducción al Viejo Continente.
Entre los siglos XVII y XVIII, las expediciones científicas que arribaban a Nueva España provenientes de Europa dejaron constancia en dibujos y documentos de las majestuosas dimensiones de los árboles mexicanos. Uno de ellos fue el de Santa María del Tule, un ahuehuete oaxaqueño con más de dos mil años de vida y que hasta hoy puede admirarse.
Entre otras coyunturas históricas que este álbum reúne, se ha dicho que es el primer diseño que cuenta con las letras impresas; ello gracias a la promesa que John Lennon le hizo al español Juan Carrión, quien daba clases de inglés con las canciones de los británicos en su academia de Cartagena, por entonces una pequeña ciudad portuaria de la península ibérica. Pero llegó un punto en el que algunas partes le resultaban incomprensibles, por lo que se decidió a ir en busca del británico, mientras este se encontraba grabando el filme Cómo gané la guerra en Almería.
Mito o no, la presencia de Tin Tan en esta portada hubiese sido memorable. El cómico pudo ser también parte de ese epicentro contracultural y revolucionario que significó el diseño artístico creado por Peter Blake y Jann Haworth. Y lo era no solo desde el lado político o ideológico, sino desde algo más lúdico que abarcaba la sexualidad, la moda, el cine, la religión, la política y más.
Algunos individuos fueron admitidos como enfermos, pero otros intentaban el diagnóstico de locura para salir impunes de actos coléricos u otras causas reprobables.
Nakayama rompió el lazo de eterna promesa cuando a los veintitrés años logró sendos oros en barra horizontal y en piso durante el Campeonato Mundial de Gimnasia de 1966.
La segunda mitad del siglo pasado impresionó por los descomunales enfrentamientos entre la escuela japonesa y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.