Vida religiosa

  • El encuentro con las monjas desterradas

    El encuentro con las monjas desterradas

    Apuntes de Ignacio Martínez

    Ignacio Martínez

    El médico y general Ignacio Martínez escribió un par de obras sobre sus viajes al extranjero.

  • Las monjas desterradas A Pekín

    Las monjas desterradas A Pekín

    Las Hermanas de la Caridad que salieron del país en 1874

    Adrián Tolentino

    Si bien las Hermanas de la Caridad tuvieron protección por un tiempo debido a su origen francés, para la década de 1870 tuvieron que salir de México.

  • Santa Liberata, una premonición medieval de la liberación femenina

    Santa Liberata, una premonición medieval de la liberación femenina

    Antonio Rubial García

    Un día, en los últimos años del siglo XIII, unos mercaderes de Gante llegaron a comerciar a Lucca, una ciudad marítima italiana a orillas del mar Tirreno. Recién llegados, y como era costumbre, los comerciantes locales llevaron a los fuereños al templo del Santo Rostro, donde se veneraba una imagen bizantina de Cristo en la cruz. La escultura portaba en la cabeza una corona dorada y llevaba el cuerpo cubierto por un gran faldón.  

  • Sermones escandalosos en la época virreinal

    Sermones escandalosos en la época virreinal

    Antonio Rubial García

    Por medio del sermón dominical que se enunciaba en la iglesia, se informaba a la sociedad novohispana de las noticias que llegaban de Europa, así como de lo que ocurría en el territorio. En los templos, había oradores que hacían brotar el llanto y los suspiros, mientras que otros eran tan aburridos y tediosos que provocaban bostezos.

  • La misteriosa muerte de un obispo en 1625

    La misteriosa muerte de un obispo en 1625

    La misteriosa muerte de un obispo

    Antonio Rubial García

    Fray Thomas Gage y la polémica por el chocolate...

  • Los panecitos milagrosos de Santa Teresa de Ávila

    Los panecitos milagrosos de Santa Teresa de Ávila

    Antonio Rubial García

    Corría el año de 1648, y después de cinco veces que el supuesto milagro sucedió, el marido de doña María mandó llamar a su amigo el escribano Miguel Pérez para testificar su veracidad. Por más de veinte años se realizó el “prodigio” y en 1674, el arzobispo fray Payo de Ribera ordenó que se hicieran juntas de teólogos para que diesen su parecer sobre el caso.

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