Durante año y medio, los ejércitos que mandaban Villa y Obregón lucharon contra el enemigo común, pero tras la caída del gobierno de Huerta, en agosto de 1914, los revolucionarios vencedores se dividieron en dos grandes bandos.
Para convencerlo de venir a México se le ofreció un sueldo más alto que el del director, gastos de viaje de ida y vuelta y la promesa de que dedicaría todos sus esfuerzos a los programas bacteriológicos del IBN.
El maestro judoka exhibió su arte en México a principios del siglo XX
El Conde Koma transformaba radicalmente su postura y con ágiles movimientos lanzaba a sus oponentes por el aire o les hacía pedir clemencia mediante llaves bien aplicadas.
Mientras acumulaba éxitos con la publicación de sus libros y la exhibición de películas basadas en su creación literaria, su fama creció y con ella los mitos acerca de su identidad.