México era un gran productor de pigmentos de cempasúchil, y de tener la ventaja del innovador, pasó al lejano 4° lugar mundial actual. El especialista en Química de suelos y plantas José Luis Sánchez Millán, afirmó que, para aumentar sus ganancias, varias empresas mexicanas se mudaron a China, Perú e India, donde abunda la mano de obra barata. Con esta decisión, las empresas mexicanas llevaron a esos países los procesos industriales, esquema de negocios, directorio de clientes, tecnología de científicos nacionales pero, sobre todo, el milenario conocimiento de los campesinos mexicanos sobre el cultivo del cempasúchil.