Las razones a partir de las cuales negros y mulatos se convirtieron en artesanos e ingresaron a la corporación gremial fueron diversas. Al principio se debió al rechazo y abstencionismo de los españoles para realizar trabajos manuales, luego fue el hecho de que conformaron sectores numerosos de la población –cuya cultura y riqueza se había incrementado– y finalmente el que, deseosos de los honores y probables beneficios de ejercer un oficio, acudían ante las autoridades para solicitar ser miembros de la corporación gremial.