La Casa de Moneda de México es la responsable de que todos podamos gritar águila o sol cada vez que lanzamos una moneda, así como de los cotizados metálicos conmemorativos.
Estos dibujos son parte de la prehistoria de Gabriel Vargas, creador de La Familia Burrón, quien apenas pasaba los veinte años cuando publicó esta tira excepcional de la Guerra Civil española.
“Quiero una imprevisible historia como lo es el curso de nuestras mortales vidas; una historia susceptible de sorpresas y accidentes, de venturas y desventuras; una historia tejida de sucesos que así como acontecieron pudieron no acontecer; una historia sin la mortaja del esencialismo y liberada de la camisa de fuerza de una supuestamente necesaria causalidad; una historia solo inteligible con el concurso de la luz de la imaginación; una historia de atrevidos vuelos y siempre en vilo, como nuestros amores; una historia espejo de las mudanzas, en la manera de ser del hombre, reflejo, pues, de la impronta de su libre albedrío para que en el foco de la comprensión del pasado no se opere la degradante metamorfosis del hombre en mero juguete del destino inexorable”. Edmundo O’Gorman.
Hart Crane ha sido considerado uno de los poetas estadounidenses más importantes del siglo XX. Hacia el final de su vida, Crane intentó retomar su carrera literaria en México, mientras vivía con su pareja Peggy en Taxco.
La historia en los mundos náhuatl y maya prehispánicos
No toda la historia la escriben los ganadores, pero ellos tienen los medios y la capacidad para producirla, divulgarla y, en no pocas ocasiones, imponerla. En México ha ocurrido eso desde el momento mismo en que el país nació, cuando Agustín de Iturbide impidió que uno de los viejos insurgentes escribiera libremente su versión de la guerra de independencia. De hecho, a lo largo del siglo XIX los ganadores se apresuraron a escribir la historia y promoverla con todo el apoyo que les daba el poder político. De allí que el México a través de los siglos, del liberal Vicente Riva Palacio, tuviera tantas reediciones, mientras que la Historia de Méjico, del conservador Niceto de Zamacois, quedara en el olvido. En los meses siguientes, haré un recuento de algunos de los más significativos usos y abusos de la historia desde el poder en México.
En 1982 graban su primer álbum: The Party’s Over; dos años más tarde, publican su segunda producción, It’s My Life, con el sencillo del mismo nombre (en 2003 la banda estadounidense No Doubt hizo su propia versión, la cual fue un éxito en México). Sus dos primeros trabajos contaban con el notorio uso de sintetizadores, pero para su tercer álbum, The Colour of Spring, reemplazaron su protagonismo con el de quince músicos más. Esto transformó su arte en algo más orgánico, más vivo.
La trayectoria de Hollis puede tener una lectura lineal que va de lo sintético y estruendoso a un mundo espiritual y orgánico, donde nos asfixia con atmósferas de sensaciones que nos llevan a disfrutar el instante. Mark sugería: “La forma ideal para escuchar mi música es estar solo, extremadamente silencioso; no creo que sea necesario subir el volumen más allá de la intensidad natural que los instrumentos tendrían dentro de la habitación”. Su cuarta obra, “Spirit of Eden”, es una obra de arte integral que no debía comercializarse en partes ni contaba con un sencillo para su lanzamiento.