La mañana del 1 de junio de 1863 el ejército francés pisó el suelo del corazón de la República. La Plaza de la Constitución recibió a las tropas invasoras que provocaron que el presidente Benito Juárez huyera hacia el norte del país para iniciar un gobierno itinerante que terminaría con la caída del imperio y el fusilamiento de Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía en junio de 1867.