El caricaturista José María Villasana critica la manera en que el presidente Sebastián Lerdo de Tejada realiza pactos con varios gobernadores con la finalidad de controlarlos y algunos caen redonditos
México e Inglaterra se enfrentaron dos veces en el reconocido estadio Azteca, en 1969. En el segundo de los partidos, la victoria fue para los europeos por 4-0.
Según la leyenda, a fin de brindar felicidad a la humanidad, el dios Ehécatl-Quetzalcóatl proporcionó el agave, que representaba no solo una fuente de la cual extraer licor, sino que servía para el sustento cotidiano, pues de la planta se pueden obtener productos para la alimentación, el vestido y la vivienda.
Cárdenas, ya como mandatario, decretó en diciembre de 1936 la creación del Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP), inspirado en el nacionalsocialismo alemán, pues unas semanas antes de que el decreto fuera anunciado, representantes cardenistas y algunos periodistas habían visitado Berlín para conocer el despliegue mediático ideado por Joseph Goebbels, cerebro de la propaganda germana.
El saltillense Armillita es hasta hoy una de las figuras más importantes de la tauromaquia mexicana. Nacido en 1911, Armillita tomó la alternativa en España en la mítica Plaza de Toros de Barcelona en 1928, con lo que comenzó una temporada de triunfos que lo convirtió en un ídolo.
“Tanto eras para la vida/ que tú elegiste la muerte”, escribió Pita Amor en un poema dedicado a Pina Pellicer después de su suicidio. La extraordinaria actriz que había deslumbrado a México y al mundo decidió quitarse la vida en diciembre de 1964, cuando apenas pasaba los treinta años y su trayectoria ya alcanzaba altos vuelos.
El diseño enviado desde Bélgica fue cotizado en 71,000 pesos; incluía los aceros laminados y galvanizados, puertas, ventanas, pisos y techo de madera machimbrada, ladrillos de color, reloj para la torre principal, herramienta de ensamblado y el flete hasta el puerto de Veracruz.
Un presidente Santa Anna desprestigiado y sin recursos aceptó casi inmediatamente la propuesta. A cambio de diez millones de pesos –siete inmediatos y otros tres condicionados al establecimiento ya formal de la frontera–, así como de un paso sin restricciones a los estadounidenses por el Istmo de Tehuantepec, el mandatario firmó el 30 de diciembre de 1853 la cesión de La Mesilla.