Las llamas de un pueblo

El incendio de Molango
Ramiro Cardona Boldó

Para entonces, en Molango ya se sabía que el hijo de don Felipe Ángeles Melo era el general Felipe Ángeles y que militaba en la División del Norte al lado del “gorila y troglodita” Villa. Y no todos en aquel pueblo estaban de acuerdo con esos pasos. Pero al principio, como los salvajes del norte luchaban con el señor Carranza, los ánimos estaban, por decir lo menos, templados.

 

Pero a la División del Norte se le ocurrió que ya no quería seguir la lucha al lado de Carranza y entonces sí, el pueblo y las rancherías cercanas tomaron partidos bien definidos. Unos a otros se achacaban la sinrazón y, poco a poco, el temple del principio se fue adelgazando hasta que llegó el tiempo de tomar bando y luchar por él. Se tomaron prisioneros de ambos bandos y cada uno fusiló a los que creyó convenientes y todo mundo andaba por esos lugares con un ojo al gato y otro al garabato, porque nadie quiere morir fusilado en la plaza de su pueblo.

Pero en Molango las cosas les iban a salir como tiro por la culata, porque entretenidos como estaban en matarse los unos a los otros, no advirtieron que los carrancistas estaban muy disgustados con los de la División del Norte y sus jefes, entre ellos el general Ángeles y a alguien se le ocurrió decir que Felipe era de Molango y hasta allá fue a dar el 4 de diciembre de 1914, Mariel Treviño, carrancista que, sin preguntar mucho, fusiló a don Crescenciano y a don Ignacio Vite, insignes maestros y dirigentes de los partidarios de la División del Norte. Después, el señor ordenó a sus tropas que agarraran lo que quisieran del pueblo y le prendieran fuego. Al final se fueron dejando a Molango en ruinas, creyendo que era el pueblo natal de Felipe Ángeles. Lo curioso fue que el general era de Zacualtipan, que no sufrió sino algunos sinsabores y quedó tan fresco, aguardando el triunfo de la Revolución.

 

“Las llamas de un pueblo” del autor Ramiro Cardona Boldó y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, núm. 10.