Los alzamientos y motines contra el gobierno en turno fueron frecuentes en la primera mitad del siglo XIX mexicano. El de diciembre de 1844 terminó con el derrumbe de la estatua de Santa Anna en la capital del país y el desentierro de su pierna para arrastrarla por las calles al grito de “¡Muera el cojo! ¡Viva el Congreso!”.
Al gobierno santannista se le reprochaba que gastara recursos en erigir un nuevo y lujoso teatro, mientras Ciudad de México continuaba siendo un lugar sucio y peligroso para vivir.
A lo largo de su historia, México ha generado una nutrida producción de panfletos impresos en los que se critica al gobierno. Generalmente acosados por la censura gubernamental y con trabajos producidos en imprentas muchas veces clandestinas, gracias a estos escritos tenemos atisbos de una postura contraria a la que hoy llamaríamos “oficial”.
La canción más vendida en un sencillo en Estados Unidos pegó en todo el mundo y hasta la fecha es interpretada por bandas famosas en casi todos los idiomas. Desde 1955 contribuyeron a su éxito el ritmo beat y una letra con mucho sentido. Con los años y por su popularidad, el ritmo ha cambiado, pero la letra no. Estas son algunas versiones.
En internet pueden escucharse versiones en distintas lenguas y ritmos, como folk, soul, blues, country, jazz y rock. La mayoría se parece a la de Ernie Ford, aunque hay versiones propias, como la famosa vocalizada por The Platters, y otras más modernas, como la bluseada por Tom Jones, la muy pop de Eric Burdon de los años noventa (para la banda sonora de Joe Versus the Volcano), o la rockeada por Jeff Beck y Billy Gibbons de ZZ Top, de 2014.
Plutarco Elías Calles anunció su retiro de la vida política y criticó al PNR, cuya fundación había impulsado, llamándole “el fracaso político de la revolución”, debido a que los grupos que lo conformaban, lejos de generar unidad, se dedicaban a ponerse zancadillas unos a otros.
En 1899 Joseph Conrad plasmó su experiencia trabajando en África mediante una novela extraordinaria que se convertiría en uno de los clásicos de la literatura del siglo XX. La divulgación que tuvo El corazón de las tinieblas atrajo la mirada del mundo occidental a un problema real de explotación, racismo y esclavitud. Ciudadanos prominentes de diversas urbes comenzaron a solicitar a sus gobiernos cuentas claras sobre el caso africano, especialmente a Leopoldo II.
En casi todo el mundo, y México no es la excepción, algunos medios reproducen obsesivamente las imágenes de reducidos grupos de encapuchados que rompen vitrinas, asaltan tiendas, destruyen autos.
Robert Milligan fue un destacado comerciante de las Indias Occidentales, esclavista, propietario de plantaciones de azúcar en Jamaica, y fundador del centro comercial mundial de Londres, West India Docks. La estatua fue retirada y el alcalde de Londres Sadiq Khan apoyó la remoción porque: "es una verdad incómoda que nuestra nación y nuestra ciudad deben una gran parte de su riqueza a su papel en el comercio de esclavos".
Este año, la directora del Museo de Historia Natural de Nueva York, Ellen V. Futter, propuso remover la estatua del expresidente Theodore Roosevelt (1901-1909), instalada en la entrada del museo en 1939. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, apoyó la propuesta “porque representa explícitamente a los negros e indígenas como subyugados y racialmente inferiores”.
Durante la revolución de independencia los habitantes de Nueva York derribaron la estatua ecuestre del rey Jorge III, en 1776. En México, la estatua del rey Carlos IV se salvó de la ira popular en 1824, porque Lucas Alamán, ministro del gobierno de Guadalupe Victoria, retiró “El Caballito” para resguardarlo en espacios de la Real Universidad de la capital.
El obelisco más alto del mundo fue alzado en San Jacinto, Texas, en 1936. En sus muros se lee un relato muy diferente de la historia de la pérdida de Texas que conocemos en México.