Más allá de su trascendental Periquillo Sarniento, la obra de Lizardi contribuyó de manera importante a la formación de un pensamiento independiente y crítico, primero en Nueva España y después en México.
En todo el mundo y durante siglos las sanguijuelas han sido utilizadas para curar diferentes afecciones. En la antigüedad su uso se relacionó con el equilibrio de los cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra; sin embargo, aun después de que esta suposición desapareció, las sanguijuelas se siguieron utilizando para tratar de aliviar diferentes padecimientos.
Viajes y bamboleos ¿Cuál era el reglamento de transporte en la Colonia?
Coches, carretas, forlones, carrozas, carruajes, literas, diligencias… Todos estos nombres evocan vehículos en que los novohispanos viajaban y se trasladaban a sus destinos.
La pestilencia tras la batalla de Monterrey en 1846 contra la invasión norteamericana
Regularmente la historia olvida esta dimensión humana de la guerra: la putrefacción de los cadáveres y la hediondez que provocan. Sin embargo, todo conflicto bélico deja tras su paso el olor a muerte que estremece a cualquiera. Así ocurrió en la batalla de Monterrey contra los invasores estadunidenses.
Retrató a la sociedad regiomontana y fue maestro de artistas
Apenas llegó a la capital nuevoleonesa, se acercó a ofrecer sus servicios a la revista Zig-Zag, publicación que aparecía todos los domingos y cuyo director era el señor Héctor González, quien observó sus virtudes como dibujante y lo contrató inmediatamente. González afirmaba que antes de conocerlo no sabían en Monterrey lo que era un dibujante, “pues en estas tierras, donde hay maestros de la industria y del comercio, los practicantes del arte son productos exóticos, de quienes solo se tienen remotas y agradables referencias, sacadas de las páginas de alguna revista o de algún libro buenamente llegado de alguna misteriosa ciudad lejana”. Era un halago exagerado que solo demostró la buena impresión que le provocó, pues vio en el dibujante a una persona que “siente la emoción estética de modo personal”.
Hoy la Alameda Central de la capital del país ya no cuenta con los álamos que le dieron nombre, pero en cambio conserva siglos de historia de los que este antiguo parque público ha sido testigo desde finales del siglo XVI.
Noticia de primera plana: Jóvenes adinerados a la caza de jueces corruptos. Ciudad de México, 1923
No odiaban a los negros como el Ku Klux Klan original, pero sí a los jueces corruptos, por lo que se les hizo fácil organizarse para exponerlos y combatirlos. ¿Por qué utilizaron el mismo “disfraz de mamarrachos” –como los calificó el periódico Excélsior– que los Klanes estadounidenses? Nadie lo sabe. Lo que es un hecho es que en 1923 un grupo de jóvenes de clase alta de la Ciudad de México decidió crear una sociedad secreta o masónica para combatir “la corrupción y por el bien de México”. Y así como aparecieron también desaparecieron, luego de la trágica muerte del regiomontano Joaquín Mercader, hijo de un conocido empresario español.
Lena fue ocho veces nominada a los premios Grammy. Ganó dos, incluido el Premio a la Trayectoria, y obtuvo un Tony por su exitoso musical de Broadway, de 1981: Lena Horne: The Lady and her Music. Fue la primera mujer negra en realizar una gira dentro de una orquesta de blancos, la primera en firmar un contrato de larga duración con la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), por siete años. Filmó dieciséis películas. Desafió la ley y los prejuicios sociales con un matrimonio interracial con Lennie Hayton, músico y arreglista de la MGM; y, sobre todo, nunca se calló ante las injusticias. En los sesenta estuvo muy activa en el movimiento por los derechos civiles al lado de personajes como Martin Luther King Jr.
En una entrevista realizada por el Federal Writer’s Project al antiguo esclavo Felix Haywood en 1941, él afirmaba: “no había razón para huir hacia el norte, todo lo que teníamos que hacer era caminar, pero caminar hacia el sur, donde obtendríamos la libertad tan pronto cruzáramos el río Grande [Bravo]. En México se podía obtener la libertad, no les importaba de qué color fuera tu piel, negra, blanca, amarilla o azul. De hecho, cientos de esclavos huyeron hacia México y les fue bien. Supimos de ellos y de que se hicieron mexicanos. Criaban a sus hijos para que hablaran solo mexicano”.
Al noroeste de la ciudad Melchor Múzquiz, Coahuila, en la entrada del pueblo hay un aviso: “Comunidad de negros”. A quienes habitan allí y escribieron el letrero no les importó que hoy resulte políticamente incorrecto el uso del término negro. Ellos están orgullosos de ser descendientes de valientes exesclavos africanos que hace casi 170 años encontraron en México el bien preciado de la libertad. Esta es su historia…