En México se fomentó la creación de comités antialcohólicos, así como la participación de niños en concursos de dibujo contra la embriaguez y en derrames públicos de bebidas.
En 1936 se decretó que el 9 de abril de cada año se conmemoraría el Día Antialcohólico, fecha en la que cerrarían sus puertas todos los establecimientos de venta de bebidas embriagantes. También en ese año se llevaron a cabo dos magnos eventos contra el alcoholismo: el primero fue la Primera Asamblea Escolar Antialcohólica, realizada del 28 de septiembre al 3 de octubre en el Palacio de Bellas Artes. Los participantes fueron niños de escuelas primarias que expusieron textos y dibujos sobre temas relacionados con el alcohol y sus funestas consecuencias.
El otro evento fue el Primer Congreso Nacional contra el Alcoholismo, celebrado en la ciudad de Puebla del 24 al 31 de octubre, al que acudieron representantes de todo tipo de asociaciones (masónicas, femeniles, sindicales, cristianas, locales, nacionales y extranjeras). En él se discutieron propuestas para obtener resultados más eficaces en la lucha contra el alcoholismo; entre ellas, mejorar las condiciones de vida de campesinos y obreros, pues se pensaba que eran los que más padecían los estragos del consumo de alcohol a causa de la precaria situación en la que por lo general estaban inmersos.
En 1937, la campaña tomó un cariz más enérgico cuando Lázaro Cárdenas emitió un decreto en el que prohibía la venta de bebidas alcohólicas durante los tres últimos días de la semana. Buscaba evitar que los trabajadores gastaran sus salarios en el vicio durante sábado y domingo, con lo cual, además, se erradicaría la extendida costumbre del “San Lunes”, día en que se registraba alta inasistencia laboral a causa de los excesos etílicos del fin de semana.
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9 de abril, Día Antialcohólico
Rojas Sosa, Odette María. “Patria fuerte, Patria sana”, Relatos e Historias en México, núm. 143. Pp. 16-21.
Odette María Rojas Sosa. Doctora en Historia por la UNAM. Autora de Instituto Nacional de Ciencias Penales. 40 años de historia (México, Inacipe, 2016) y La metrópoli viciosa. Alcohol, crimen y bajos fondos. Ciudad de México, 1929-1946 (México, UNAM, 2019). Sus investigaciones abordan temas relativos a la criminalidad, justicia, el vínculo entre consumo de alcohol y crimen, y los bajos fondos capitalinos en el siglo XX.
“Patria fuerte, Patria sana”