En un pueblo enclavado en la exuberancia del Soconusco chiapaneco se levanta un obelisco que honra la memoria de los japoneses que arribaron a esa región hace 120 años. Era un puñado de hombres motivados por Takeaki Enomoto, un samurái soñador dispuesto a construir una comunidad utópica.
Este filósofo griego llegó a México en 1861, armado con las ideas de Charles Fourier y Pierre-Joseph Proudhon, promovió un cooperativismo integral que sembrara una nueva armonía para la humanidad. El socialismo que predicaba se inspiraba también en la doctrina cristiana y tuvo enorme éxito, al grado que fue uno de los precursores de la organización de obreros y artesanos en este país.
El Atlético Español casi da la sorpresa en la final mexicana de 1974 contra el Cruz Azul. El marcador global terminaría 4 a 2 en favor de los Cementeros.
Colonia Anzures, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11590
A este hombre también debemos el llamado cilindro de Leibniz, que se utilizó como el motor de varios modelos de calculadoras mecánicas, sobre todo en el siglo XIX.
Colonia Chapultepec Morales, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11580
Entre los inventos más destacados de Newton está el telescopio reflector, el cual utiliza espejos en lugar de lentes para enfocar la luz y formar imágenes.
En 1824 nace el pacto federal que funda la República Mexicana sobre la soberanía de cada estado, excepto en el Distrito Federal. Así, la ciudad de México quedó bajo tutela presidencial y sus habitantes sin derechos políticos desde el gobierno de Guadalupe Victoria. Con cada cambio de régimen se impusieron modificaciones al DF, pero siempre eludiendo los derechos democráticos que impulsaban las distintas oposiciones. Fue hasta 1996 que se tomó el camino de la reformas negadas durante casi doscientos años.
Conjuntos religiosos de los dominicos en el siglo XVI
A principios del siglo XX se identificaron un total de 1 350 edificios novohispanos de carácter religioso en Oaxaca, con lo que ocupaba el cuarto lugar entre los estados de la República.
Los años de guerra e invasión estadounidense en México, entre 1846 y 1847, van más allá del fiero avance que realizó su ejército desde la frontera norte o del vigoroso ataque llevado a cabo desde Veracruz hasta la capital mexicana. Si bien esos dos cuerpos del ejército norteamericano terminaron por derrotar a los principales contingentes nacionales armados, también es cierto que la maquinaria de guerra del país vecino desarrolló un plan de ataque casi general que incluyó la toma de California, neutralizar nuestros principales puertos del Pacífico y anular el comercio del golfo de México junto con la posible ayuda que los estados de esa zona pudiesen aportar a la defensa nacional.