Don Fernando de Alencastre fue el primer virrey enviado por la casa de Borbón. Su vestimenta colorida, la gran peluca blanca y el incorporar a los actos oficiales o festivos diversas lenguas y costumbres de otras naciones de Europa hicieron sentir incómodos a los habitantes de Ciudad de México, muchos de los cuales no comprendían el verdadero impacto de un cambio en la monarquía.