La lámina XI del Atlas pintoresco e histórico de García Cubas contiene un mapa del territorio de la Nueva España y su división política a principios del siglo XIX.
La primera reunión de presidentes en la historia común de México y Estados Unidos se llevó a cabo el 4 de enero de 1837. No hubo desfiles ni grandes recepciones. Las bandas militares ni siquiera se alistaron para dar la bienvenida. No era para menos. La visita no tenía un carácter del todo oficial y para el gobernante mexicano, Antonio López de Santa Anna, la situación era algo embarazosa: llegaba a Washington en calidad de prisionero. México había perdido una generosa porción de su territorio.