Los esfuerzos para contar con una institución en materia de justicia son anteriores a la fundación de la nación en 1821. En 1814, en plena de Guerra de Independencia, José María Morelos y Pavón firmó el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, más conocido como Constitución de Apatzingán, en el que se consideró la instauración de un Supremo Tribunal de Justicia. A pesar de que este decreto nunca entró en vigor, el Tribunal sí llegó a establecerse en el poblado michoacano de Ario, aunque por los avatares de la guerra tuvo una efímera vida…
Fue hasta la caída de Iturbide en 1823 que se instaló un nuevo Congreso Constituyente, el cual aprobó el 24 de enero de 1824 el Acta Constitutiva de la Federación Mexicana, publicada el 31 del mismo mes. Este incipiente código, antecedente inmediato de la primera Constitución del país, establecía la división de poderes dentro de una república representativa, popular y federal.
Para administrar “pronta, completa e imparcialmente” la justicia, se depositaba el ejercicio del poder Judicial en la Suprema Corte, así como en los tribunales que se establecerían en cada entidad, aunque se reservaba de marcar en la Constitución las facultades de esta naciente instancia.
Para el 4 de octubre de 1824, el país entraba de lleno a su etapa constitucional al promulgarse la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos que establecía, para su organización y régimen interno, la división de poderes. En tal virtud, de acuerdo con el artículo 74, el Ejecutivo recaería en el presidente de la República; el Legislativo en dos cámaras, la de Diputados y la de Senadores, según lo expuesto en el artículo 7, y el “Poder Judicial de la Federación residiría en una Suprema Corte de Justicia, en los Tribunales de Circuito y en los Juzgados de Distrito”, como constaba en el artículo 123.
La Suprema Corte comenzó actividades una vez elegidos sus miembros fundadores y para marzo de 1825 se instaló en el ala norte de Palacio Nacional… estuvo en su recinto palaciego hasta que, motivados por la invasión estadunidense iniciada en ese último año…
Esta publicación es un fragmento del artículo “La casa del Poder Judicial” de la autora Guadalupe Lozada León y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, número 96.