Mariano Fernández de Echeverría y Veytia fue caballero de la Orden de Santiago. En Nueva España destacó por sus obras sobre el México antiguo y las apariciones guadalupanas.
Joaquín Velázquez Cárdenas de León dejó valiosos escritos científicos que fueron muy apreciados por estudiosos posteriores, como el alemán Alexander von Humboldt.
Ubicado sobre la vieja calle de Tacuba, en el corazón de la Ciudad de México, el MUNAL, máximo recinto público del arte mexicano en el país, fue primero sede de la Secretaría de Comunicaciones porfiriana, que a su vez se erigió sobre el predio donde estuvo el antiguo Hospital de San Andrés.
Una historia que va desde los primeros años de la Colonia hasta el siglo XIX
Muy atrás quedaron aquellos tiempos en que la principal plaza pública de México era un amasijo de puestos, cajones, marchantes, clientes, productos de todo el mundo y de todos los precios, nuevos y usados, dinero contante y sonante… Todo ello en medio del alboroto y la suciedad.
Memoria del colegio jesuita de San Juan, en Saltillo
En el edificio del antiguo Colegio de San Juan Nepomuceno –construido en el último tercio del siglo XVIII, a unas cuadras de la catedral de Saltillo–, en 1878 se fundó una institución que representó un punto de encuentro no sólo para los jesuitas, sino para la élite de esta región norteña. Aquí se formaron personajes como el presidente Francisco I. Madero, el político e intelectual Vito Alessio Robles, el empresario Enrique Sada o el escritor Artemio de Valle-Arizpe.
La cabeza del poder regional en el Jalisco de la posrevolución
El viejo Zuno fue secuestrado en 1974 por un grupo guerrillero, en tiempos del gobierno de su yerno Luis Echeverría. El crimen causó conmoción en México y parte del mundo por el personaje del que se trataba: un político que representó el radicalismo revolucionario en los años veinte en Jalisco.
La llegada del presidente Benito Juárez y sus acompañantes a esta villa suscitó gran curiosidad entre sus habitantes, que deseaban ver a quienes resistían ante la invasión francesa y buscaban refugio en las planicies fronterizas, en el límite con Estados Unidos. La historia mexicana los bautizaría como “los hombres de Paso del Norte”. Este artículo es un adelanto del libro que en las próximas semanas será publicado por la Universidad Autónoma de Ciudad de Juárez. Agradecemos al autor su autorización para reproducirlo.