El mito del padre Miguel Agustín Pro nació el día de su asesinato, el 23 de noviembre de 1927, cuando el general Roberto Cruz, por órdenes directas del presidente Plutarco Elías Calles, lo fusiló en la Inspección de Policía (donde hoy está el edificio de la Lotería Nacional), sobre la avenida Reforma de la ciudad de México. El mismo día fueron pasados por las armas el ingeniero Luis Segura Vilchis, Humberto Pro Juárez y Juan Antonio Tirado Arias.
Miguel Agustín Pro Juárez se describía como un “zacatecano hablador, barretero, sinvergüenza, pelado guarachón que huele a pulque y escupe por el colmillo”. Esta autocaricatura daba algunas pistas de su origen, trayectoria y modo de ser.
En octubre de 1916 Venustiano Carranza inauguró la que sería la Escuela Médico Militar, en donde se han formado desde destacados cirujanos militares hasta fundadores de instituciones hospitalarias, secretarios de Salud y gobernadores.
Esta joya arquitectónica del barroco novohispano del siglo XVIII vio pasar a miles de jóvenes alumnos por sus umbrales, arcos y pasillos. Primero los jesuitas y más tarde los preparatorianos ocuparon sus aulas, algunos de ellos mientras Diego Rivera y José Clemente Orozco llenaban sus muros del nuevo arte mexicano.
El retorno de un territorio mexicano en disputa en 1964
Tras la entrega simbólica de El Chamizal, el presidente López Mateos instruyó que fuera destinado al ámbito educativo, cultural y deportivo. Actualmente es un parque público federal.
Mariano Fernández de Echeverría y Veytia fue caballero de la Orden de Santiago. En Nueva España destacó por sus obras sobre el México antiguo y las apariciones guadalupanas.
Joaquín Velázquez Cárdenas de León dejó valiosos escritos científicos que fueron muy apreciados por estudiosos posteriores, como el alemán Alexander von Humboldt.