Los años iniciales de la Conquista de México estuvieron marcados por la ambición de los conquistadores, ávidos de tierras e indios que las trabajaran al menor costo posible. La formación en este territorio de lo que se llamó Primera Audiencia que, en teoría, debía ser un freno a las ambiciones e injusticias cometidas por los españoles, no hizo más que agudizar los problemas, en buena parte por el actuar de su presidente, Nuño Beltrán de Guzmán, recordado como uno de los hombres más crueles en su trato hacia los indígenas en ese periodo.
Las múltiples quejas llegaron a oídos del rey Carlos I de España, quien decidió mandar a una Segunda Audiencia con el fin de enmendar los errores de la Primera. Para eso nombró como presidente al obispo Sebastián Ramírez de Fuenleal, reconocido por su capacidad política y sus amplios conocimientos jurídicos, a quien acompañaron como oidores Juan Salmerón, Alonso de Maldonado, Francisco Ceinos y Vasco de Quiroga, todos ellos –sobre todo el último– conocidos por el trato justo y leal desempeño en los cargos que ocuparon antes de este nombramiento.
La nueva Audiencia traía, entre otras encomiendas e instrucciones, una cédula real con fecha del 2 de agosto de 1530 llamada Provisión para todas las islas y tierras descubiertas, en la que se leía: “1. […] fue permitido por los Reyes Católicos que a los indios que se opusieran con mano armada a recibir a los predicadores de la fe católica se les podría declarar guerra justa y hacerlos esclavos [...] 2. Sin embargo, al ser informados que la desenfrenada conducta de los conquistadores y otros han originado considerables daños a los indios y guerras injustas para esclavizarlos. 3. Se manda que, de aquí en adelante, no se pueda hacer esclavo indio alguno, ni por guerra ninguna, justa o injusta, ni por rescate, compra o cualquier otro modo.”
Pero la oposición a tal medida por parte de los españoles establecidos en el nuevo territorio fue tal que el rey Carlos I tuvo que dar marcha atrás aunque la idea de prohibir la esclavitud en la Nueva España permaneció en su mente…
Esta publicación es un fragmento del artículo “No más esclavitud” del autor Luis A. Salmerón y se publicó íntegramente en la edición de Relatos e Historias en México, número 96.