Érase que se era, en un lejano país, un noble llamado Julián que, mientras andaba de cacería, se topó con un ciervo en medio del bosque y este le habló diciendo: “¿Por qué me persigues de esta manera? Tú matarás a tu padre y a tu madre”.
La canción que popularmente acostumbramos entonar con ánimo celebratorio y cariñoso a los que cumplen años o celebran su onomástico, es una verdadera reliquia musical.
¿En dónde se obtenían las codiciadas perlas, quiénes las usaban y cómo lo hacían?
La inmensa ondulante, blanca, perfumada, luminosa playa del Paraíso era un vasto cofre de arenas cuajadas con la maravillosa pedrería de las perlas: negras como azabache, leonadas, muy amarillas y resplandecientes como oro; cuajadas y espesas, casi azules, azogadas, otras tirando sobre color verde, otras declinando hacia diversos tonos de palidez, otras aumentando hacia incendiados matices, inmensas perlas de unión, margaritas menores, menudos aljófares; los brillos de todos los espejos del mundo. (Carlos Fuentes, Terra Nostra)
Cada virrey traía consigo actualidades de España, tanto políticas y económicas, como militares, culturales y sociales, además de las tendencias en la moda. Los besamanos eran los eventos donde podían intercambiar impresiones al respecto.
La Santa Inquisición y el pensamiento femenino en la Nueva España del siglo XVI
Con el hallazgo de un singular expediente de la Santa Inquisición, hasta entonces olvidado en una caja del Archivo General de la Nación, la autora reconstruye parte de la vida cotidiana de las religiosas novohispanas, su relación con la Iglesia y la doctrina católica, así como su pensamiento y acciones en una época en que se luchaba contra la Reforma protestante.
Pasarían muchos años para continuar con el estudio de los diferentes males asociados a la demencia, pero hacia mediados del siglo XVII dejarían de ser concebidos como actos diabólicos para ser canalizados y tratados por la ciencia.
Los casos de locura se diagnosticaban en diferentes tipos, aislando únicamente a las personas que hacían daño a otros y que su accionar era impredecible.
Muchos de los pacientes pasaron por tormentos antes de ser diagnosticados como locos, ya que les realizaban sangrías, trepanaciones y otros tratamientos de la época.
En los territorios conocidos bajo el nombre de Nueva España, la concepción social sobre la locura osciló especialmente entre dos vías de interpretación: la médica y la religiosa.
El combate a la ociosidad en la primera mitad del siglo XIX
De 1828 a 1867 existió en México el Tribunal de Vagos. Se dedicó a perseguir y recluir a personas sin oficio ni beneficio, que ejercían la ociosidad, considerada en esos tiempos como “la madre de todos los vicios”.