Vida novohispana

  • Casas, vecindades y jacales entre 1750 y 1850

    Casas, vecindades y jacales entre 1750 y 1850

    Vivir en la antigua Ciudad de México

    Gisela Von Wobeser

    Hacia finales del siglo XVIII, la Ciudad de México, con alrededor de treinta mil habitantes, era la más poblada de América. Además, era el centro comercial, administrativo y cultural más importante de la Nueva España y, por lo tanto, recibía muchos migrantes del resto del territorio.

  • Una casona exhibicionista y una condesa resucitada

    Una casona exhibicionista y una condesa resucitada

    Ricardo Lugo Viñas

    Sobre la avenida Madero –que antes se llamó San Francisco, en el Centro Histórico de la Ciudad de México– se levanta una de las casonas más notables de la ciudad, cuya historia se remonta a los primeros años del siglo XVI y de la cual se podría escribir un libro: la Casa de los Azulejos.

  • Promesas de amor rotas

    Promesas de amor rotas

    La demanda de María Lucía Rodríguez en 1776

    América Malbrán Porto

    A pesar de que los esponsales eran considerados como perpetuos e indisolubles desde la Edad Media, una gran cantidad de hombres engañaba a la mujer incumpliendo la promesa o realizándola un sinfín de veces para obtener los favores de las familias de las cortejadas.

  • Hospitalidad para el enemigo

    Hospitalidad para el enemigo

    Luis Alberto Vargas

    En un hecho poco conocido, en 1615 el corsario Joris van Spilbergen, de la Compañía Neerlandesa para las Indias Occidentales, llegó a Acapulco con su tripulación enferma y hambrienta, y fue auxiliado por autoridades novohispanas. El corsario Joris van Spilbergen navegó por todo el océano Pacífico, desde Asia hasta América. En los Países Bajos recibió un trato de héroe por su contribución para aminorar el poderío comercial español.

  • El extraordinario caso de divorcio de la Mijares en 1816

    El extraordinario caso de divorcio de la Mijares en 1816

    Pilar Gonzalbo Aizpuru

    El matrimonio de María Josefa Mijares y Mariano García se vio empañado por peleas frecuentes debidas a las infidelidades del esposo con diversas mujeres, entre ellas una española de familia “decente”. Por ello, tras una más de las infidelidades de su marido y conocer la herencia que le había dejado su padre al fallecer, la Mijares decidió entablar una demanda de divorcio.

  • Matrimonio e infidelidad en la sociedad novohispana

    Matrimonio e infidelidad en la sociedad novohispana

    Pilar Gonzalbo Aizpuru

    En la sociedad novohispana en ocasiones estallaba algún escándalo, como el que se vivió en junio de 1816, cuando la señora María Josefa Mijares fue a refugiarse en el convento de Santa Isabel, mientras tramitaba la demanda de divorcio contra su marido Mariano García. El pleito conyugal se hizo público y las autoridades abrieron un expediente que puso al descubierto la tormentosa relación de la pareja.

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