El misterioso magnicidio que cimbró a la sociedad mexicana en 1889

En 1887 Corona se convirtió en gobernador de Jalisco, su entidad natal, una de las más importantes del país en esos años. Allí también destacó por impulsar el desarrollo económico, social y educativo del estado. Y en ese cargo lo encontró la muerte en 1889.

El general Corona era un reconocido político y militar al que muchos veían como presidenciable, en un momento en que Porfirio Díaz todavía no conseguía que se aprobara la reelección indefinida, aunque ya tenía un control importante del poder a nivel nacional. El gobernador jalisciense era un hombre de formación liberal y había iniciado su carrera en las armas en la Guerra de Reforma, pero alcanzó un gran prestigio durante la Segunda Intervención francesa, cuando su labor resultó fundamental para derrotar al imperio, al grado de que Maximiliano se rindió ante él. Como jefe de la región occidente del país, estaba al nivel de generales como el mismo Díaz.

Su figura siguió acumulando fama y autoridad durante la República Restaurada, cuando fue un elemento clave para aplacar las distintas rebeliones contra el gobierno juarista, pese a que varias de ellas lo convocaban a él para acaudillarlas. En este periodo, su fuerte influencia en la región occidental fue determinante para derrotar el alzamiento del popular caudillo Manuel Lozada, el Tigre de Álica, al que venció en la famosa batalla de La Mojonera en 1873. Su carrera estaba en el cenit y, pese a eso –o quizá por eso–, en la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada fue enviado como ministro plenipotenciario de México en España y Portugal, labor en la que también tuvo amplio reconocimiento.

Mientras Corona estaba en Europa, el general Díaz se rebeló nuevamente contra el gobierno federal y al final consiguió llegar al poder. Ya en la presidencia, Porfirio mantuvo a Ramón alejado y ocupado en las cuestiones diplomáticas, hasta 1885, cuando el jalisciense pidió regresar al país.

Ricardo Cruz García. Egresado de la maestría en Historia por la UNAM, es profesor de la FES Acatlán de la misma institución. Se ha especializado en el estudio de la prensa mexicana y dedicado a la divulgación de la historia. Editor y colaborador en diversas publicaciones impresas y electrónicas, es autor de Nueva Era y la prensa en el maderismo (UNAM-IIH, 2013).

Cruz García, Ricardo, “¿Quién mató a Ramón Corona?”, Relatos e Historias en México, núm. 141, pp. 40-58

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