Este estilo fue introducido a México mediante un largo proceso de intercambio cultural en las primera décadas del siglo XX, luego de que en Estados Unidos fuera influido por muchos elementos, tanto históricos (la depresión económica mundial iniciada en 1929, el sistema de explotación y esclavitud imperante en los campos de cultivo y la industria) como sociales (las condiciones de trabajo de la comunidad negra y sus formas de expresión musical, ligadas a los cantos espirituales africanos o a las canciones para el trabajo o las marchas callejeras, en ejecuciones con pocos instrumentos) y musicales (el blues, el foxtrot, el swing, el ragtime como caldo de cultivo).