El pintor Gustave Courbet (comisionado de Arte en la Comuna, junto a Corot, Manet y otros) fue hecho prisionero y acusado de la demolición del monumento a Napoleón. Fue condenado a pagar los gastos de la reconstrucción --10, 000 francos cada año, durante 33 años--, pero murió en Suiza, en 1877, una semana antes de cumplirse el pago de la primera cuota.