En el siglo XIX, tanto en países europeos como en México, en tiempos de guerra se consideraron legítimos ciertos matrimonios que eludían la solemnidad del acto; en especial cuando se trataba de hombres de armas pertenecientes a alguno de los bandos en pugna.
En 1817, doña María Josefa de Montealegre solicitó al deán de la catedral que le proporcionase comprobante de su matrimonio secreto (y, por tanto, legítimo) con don José Gutiérrez Puerto Llano, realizado en diciembre de 1811, en la casa de quien entonces era deán, don José Mariano Beristáin y Souza, quien, según informaba la señora, “nos dispensó de consanguinidad, de proclamas y otras solemnidades para el matrimonio, que verificamos en su propia casa, sin más testigos que don Juan Madrazo, don José Villar, que fue padrino y doña Juana Enríquez, la madrina”.
Cuando doña Josefa pedía el comprobante, su esposo ya había fallecido en la guerra. Si se trataba de un “insurgente”, como cabe suponer, ¿no habría sido suicida hacer pública con suficiente anticipación su voluntad de casarse en la fecha y lugar anunciados?
Durante los años de guerra, las parejas quedaban separadas y no faltaban las que habían iniciado su convivencia con el beneplácito de sus respectivas familias, una vez formalizado el compromiso mediante palabra de matrimonio. Ya fuera por defender el honor de la esposa o por cumplir la voluntad de la pareja, los novios se arriesgaban a cruzar las líneas enemigas para presentarse en secreto ante el párroco que consagraría su unión.
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Pilar Gonzalbo Aizpuru. Doctora en Historia por la UNAM. Profesora-investigadora del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México y directora del Seminario de Historia de la Vida Cotidiana de dicha institución. Es profesora emérita del Sistema Nacional de Investigadores y en 2007 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Autora de numerosos libros, entre ellos Introducción a la historia de la vida cotidiana (2006), Vivir en Nueva España (2009), Educación, familia y vida cotidiana en el México virreinal (2013), Los muros invisibles. Las mujeres novohispanas y la imposible igualdad (2016), Del barrio a la capital. Tlatelolco y la Ciudad de México en el siglo XVIII (2017) y Seglares en el claustro. Dichas y desdichas de mujeres novohispanas (2018). También ha sido responsable de importantes publicaciones colectivas, entre las que destaca la obra Historia de la vida cotidiana en México (5 t., 2004-2006).
Matrimonios clandestinos y secretos