Después del asesinato de Madero en 1913, Felipe Ángeles fue desterrado por el general Victoriano Huerta. Tras un largo periplo se reincorporó a las fuerzas constitucionalistas en el norte y luego fue comisionado para reforzar a Pancho Villa. Muy pronto encontró su lugar en el Estado Mayor de la División del Norte, y en Villa al amigo y jefe a quien apostó el rumbo de la Revolución.