Huerta sabía que tenía todos los ojos de la nación puestos sobre él.

Era el popular general Rompope porque, decían sus soldados, estaba hecho de alcohol y huevos.

A partir de 1953, el Senado de la República instituyó la medalla Belisario Domínguez como el mayor honor que otorga, cada 7 de octubre, a un mexicano distinguido, en homenaje a quien alzó la voz contra el gobierno huertista.

El trabajo histórico que Juan Orozco y Berra recopiló en su libro Efemérides sísmicas mexicanas abarca tres siglos de este fenómeno: desde 1560 hasta 1827.

Quizá en otro momento y bajo otras circunstancias el idealismo de Guillén de Lampart hubiera tenido éxito, pero en 1642 no.

Doña Leona recibió honores en vida y se le reconoció su labor a favor de la insurgencia, sin embargo, su figura fue borrándose poco a poco de la memoria popular.