Santos

  • San Eulogio y los mártires de Córdoba

    San Eulogio y los mártires de Córdoba

    Santos o fanáticos exaltados

    Antonio Rubial García

    En el año 711 los ejércitos islámicos formados por soldados bereberes y una pequeña dirigencia árabe invadieron la península ibérica y acabaron con el...

  • Los santos inquisidores

    Los santos inquisidores

    contra herejes, idólatras y brujas

    Antonio Rubial García

    Al hablar de la Inquisición, es un lugar común verlo como un siniestro tribunal que llevó a la hoguera a miles de personas en...

  • EL BEATO JUAN DE PALAFOX

    EL BEATO JUAN DE PALAFOX

    y la manipulación de su figura histórica

    Antonio Rubial García

    El sábado 27 de marzo de 2010 el papa Benedicto XVI firmó el decreto referente a un milagro acaecido en 1766 y que fue...

  • Santa Catarina de Alejandría

    Santa Catarina de Alejandría

    Y la sabiduría femenina: de Hipatia a Sor Juana

    Antonio Rubial García

    Alejandría era la ciudad más cosmopolita del Mediterráneo oriental; situada en el delta del río Nilo, fungía como la capital comercial y cultural de...

  • El ermitaño Gregorio López, una santidad cuestionada

    El ermitaño Gregorio López, una santidad cuestionada

    Antonio Rubial García

    A orillas de lo que fue el antiguo pueblo de Santa Fe en Cuajimalpa, no muy lejos del impresionante desarrollo urbano formado por modernos edificios y centros comerciales al poniente de la Ciudad de México, se encuentra una pequeña ermita cercana a la fuente de agua que abasteció a la capital desde la época colonial. En ella habitó en las últimas décadas del siglo XVI Gregorio López, un personaje hoy casi olvidado, pero cuya vida y actuación fueron muy difundidos a lo largo de los siglos virreinales, pues en el XVII se le inició un proceso de beatificación en Roma.

  • Nuestra Señora de la Luz

    Nuestra Señora de la Luz

    Yolanda Yépez Silva

    La advocación de Nuestra Señora de la Luz es un culto jesuita llegado del Viejo Continente a Nueva España hacia el primer tercio del siglo XVIII. En el origen de esta devoción a la Virgen está la revelación que tuvo una beata italiana a petición de un miembro de esta orden, Juan Antonio Genovese, quien deseaba contar con una imagen de la Madre de Cristo para que fuera patrona de las misiones jesuitas y llevara la luz verdadera a los feligreses para que no perdieran el camino a la salvación, “es decir, la luz auténtica, la que disipa las tinieblas de la noche, frente a la luz engañosa de la razón ilustrada”, según el historiador Enrique Giménez López. En el relato –expone la también historiadora Janeth Rodríguez Nóbrega–, María se aparece a la mística, quien dicta la idea o guía la mano del pintor para que su lienzo sea lo más cercano a lo que solicita la Virgen.

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