El viejo Zuno fue secuestrado en 1974 por un grupo guerrillero, en tiempos del gobierno de su yerno Luis Echeverría. El crimen causó conmoción en México y parte del mundo por el personaje del que se trataba: un político que representó el radicalismo revolucionario en los años veinte en Jalisco.

No hubo manifestaciones masivas en la calle ni en la prensa.

Movimiento Reivindicador de la Democracia y de la Ley.

Alejado de la vida pública y con la salud quebrantada, Calles pasó sus últimos años en su quinta Las Palmas, en Cuernavaca.