Una feminista en San Luis Potosí

La campaña electoral de Elvia Carrillo Puerto en 1925

Saúl Iván Hernández Juárez

Para las mujeres de la posrevolución, la época estuvo marcada por el pensamiento de que “lo femenino” era intelectualmente incapaz de incursionar en la política, pues ellas carecían del derecho a participar en elecciones de representación popular. Así, a más de cien años del primer Congreso Feminista de Mérida en 1916, es importante resaltar a aquellas que fueron parte fundamental en la lucha por los derechos civiles y políticos de las mujeres desde la región peninsular.

Elvia Carrillo Puerto surgió con un papel protagónico de entre un numeroso grupo de mujeres combativas y disidentes al sistema político masculino del periodo posrevolucionario. La relevancia de la “monja roja del Mayab” –así llamada por Monique Lemaitre– fue, entre otros asuntos, por la intensa lucha por el sufragio femenino, al grado de que sus detractores la calificaron como bolchevique. Además, en abril de 1938 fundó la Sección Femenina del Frente Revolucionario Mexicano, uno de los últimos logros feministas que agrupó “la monja roja”, ya que sus estatutos concentraron acciones de emancipación, participación política y lucha social femenina, e intentaba integrar a las mujeres de las áreas rurales al proyecto de construcción nacional.

Antecedentes
Para entender la incursión de Elvia Carrillo Puerto en la política potosina es necesario apuntar que, al igual que la bibliotecaria Beatriz Peniche y la profesora Raquel Dzib, fue electa diputada local en el periodo en el que Felipe Carrillo Puerto fue gobernador de Yucatán, entre 1922 y 1924. Felipe contó con el apoyo de Elvia en la organización de ligas de resistencia femeninas e impulsó el voto de las mujeres, mismo que fue obtenido en 1923. Sin embargo, con el asesinato de él y de otros tres hermanos en diciembre de ese año, Elvia abandonó Yucatán y viajó a la Ciudad de México, para después retomar su activismo en San Luis Potosí.

Entre 1923 y 1926, la feminista aprovechó ese momento coyuntural para incursionar en la política potosina, impulsada por la amistad que su hermano Felipe tuvo con el gobernador de ese estado, Rafael Nieto, a quien, al parecer, Elvia conoció en Mérida, precisamente en 1923. Ella vitoreaba el trabajo que dicho mandatario llevó a cabo en favor de las mujeres: “las feministas del país están al tanto de las nuevas medidas legislativas que se aprobaron bajo su gobierno, sobre todo lo que concierne al voto de la mujer”. Incluso, en ese mismo año, el periódico Acción publicó que Elvia envió un mensaje de felicitación al potosino por haber obtenido el triunfo en la legislación en favor del voto femenino: “Hombre que labora en bien de la mujer es superior a su tiempo”.

Incursión en la política potosina 
En 1962 la investigadora Ward M. Morton apuntó que Elvia aprovechó la reforma potosina de 1923 (que permitía a las mujeres votar y ser votadas en elecciones municipales) para obtener un puesto en la Cámara de Diputados a nivel federal por San Luis Potosí, ya que tenía el apoyo del presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928) y la opinión favorable del entonces secretario de Gobernación, Adalberto Tejeda. Por otra parte, durante el mandato del potosino Aurelio Manrique, Elvia tuvo apoyo para su campaña en 1925.

Anna Macías ha señalado que, en San Luis Potosí, Elvia también tuvo el apoyo del general Saturnino Cedillo, una de las figuras clave en la historia posrevolucionaria de la región. También apuntó que Tejeda, en apoyo al feminismo, la financió para participar en las elecciones. Sin embargo, bajo la gubernatura provisional de Abel Cano, Carrillo Puerto se encontró con una fuerte oposición. Se ha dicho que él fue el responsable de que la autoridad potosina no expidiera los documentos que comprobaban la victoria de Elvia en la contienda por el IV Distrito Electoral en 1925. Carrillo Puerto y su compañera de fórmula, Hermila Zamarrón, obtuvieron 4,576 votos contra 56 de Florencio Galván: “Esto no impresionó en lo más mínimo a la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados, que se rehusó a darle la curul a Carrillo Puerto, pues sostenían que la ley electoral nacional de junio de 1918 reservaba el sufragio y el derecho a ser elegidas para puestos públicos”.

Ernest Gruening, en Mexico and its Heritage de 1928, enfatizó la violencia política y física que sufrió Elvia en su campaña política por la región Media de San Luis Potosí, pues aseguró que Cesáreo Vásquez –compañero de fórmula de Galván en el municipio de Guadalcázar– disparó ocho tiros contra ella sin causarle daño alguno. El Diario de Debates de la Cámara de Diputados, que consignó el Colegio Electoral de la XXXII Legislatura, señala que se recibió un paquete electoral que correspondía al IV Distrito de San Luis Potosí, el cual contenía un bulto forrado de manta y un escrito de Carrillo Puerto, donde aseguraba: "El Colegio Electoral aprobó la elección de la fórmula Galván-Vásquez, sin considerar que la mayoría de votos los había obtenido la fórmula femenina, que de acuerdo con la Ley Electoral de 1918, estaba impedida a participar porque solo consideraba a los hombres como elegibles a cargos de representación popular".

Sobre la forma en que Elvia desafió a los sistemas conservadores potosinos, Gabriela Cano ha señalado que cuando la feminista inició en que su compañera de fórmula fuera otra mujer, por lo que desatendió las recomendaciones de los liberales de la región, quienes tenían la creencia de que en territorio potosino era imposible encontrar a una mujer que no fuera católica ni reaccionaria, a lo que Elvia contestó: “Bonitos liberales han de ser ustedes, si ninguno ha sido capaz de convertir a las mujeres de su familia a sus puntos de vista”.

“No soy la sacerdotisa del amor libre”
De enero de 1923 a diciembre de 1926, el Acción solo registró seis notas en las que hizo referencia a Elvia Carrillo Puerto y su incursión política en San Luis Potosí. El 16 de octubre de 1925 se mencionó en un pequeño espacio que la feminista había llegado a la capital potosina y se hospedaba en el Hotel Imperial.

Al día siguiente publicó una entrevista realizada en el referido hotel. El entrevistador introdujo diciendo: “la discutida líder socialista se encuentra entre nosotros”, y preguntó cuál era el motivo de su visita a tierras potosinas, a lo que Elvia contestó que estaba buscando el ambiente ideal para su vida, pues en la entidad las mujeres tenían derecho al voto; su objetivo era que las potosinas perdieran el miedo a las mesas electorales. También se mostró agradecida por la calurosa bienvenida que le ofreció el general Saturnino Cedillo, pues ello significó que las relaciones políticas que estableció en el estado no solo fueran “nietistas”, sino que tenía el apoyo de figuras clave de la posrevolución. Asimismo, resaltó su calidad de sufragista y activista en pro de los derechos políticos de las mujeres.

Luego se le pidió que aclarara el significado sobre aquello de promover el amor libre, un tema polémico para la sociedad de la época.

Para conocer más de esta historia, adquiere nuestro número 195 de enero de 2024, impreso o digital, disponible en la tienda virtual, donde también puedes suscribirte.