Nuestras Historias

  • ¡Muy ricos tamales de anís!

    ¡Muy ricos tamales de anís!

    Las mejores recetas de 1831

    Con información de Fundación Herdez

    El libro El cocinero mexicano está considerado como el recetario más importante del siglo XIX en México. Reúne una mezcla de recetas de influencia francesa, española y criolla, así como de elementos indígenas. 

  • ¡Deliciosos tamales de canela con piñones!

    ¡Deliciosos tamales de canela con piñones!

    Las mejores recetas de 1831

    Con información de Fundación Herdez

    Se toman tres libras de maíz de cacahuazintle, media libra de manteca derretida, ocho yemas de huevo, el dulce necesario y una poca de agua caliente. No debe quedar esta mezcla ni aguada ni muy espesa. Se le echa bastante canela, pasas, piñones, almendras, nueces y ajonjolí... 

  • Epifanía a la mexicana

    Epifanía a la mexicana

    Costumbre francesa desde 1311, que pasó a España y después a Nueva España, donde el haba se sustituyó por un Jesusito que originalmente era de plata dorada, muy pequeñito y coronado. Quien encontraba el haba o el confite, estaba obligado espiritualmente a presentar el Niño Dios del Nacimiento de la casa en la iglesia cercana al 2 de febrero (Día de la Candelaria).

  • El tamal, un platillo festivo en México

    El tamal, un platillo festivo en México

    Ricardo Candia Pacheco

    Desde antes de la llegada de los españoles a estas tierras, el tamal era un platillo servido en muchas celebraciones religiosas a lo largo del año.

  • Tamales calientitos para el 2 de febrero

    Tamales calientitos para el 2 de febrero

    Con texto e iconografía de Arqueología Mexicana

    Cada 2 de febrero es el platillo más consumido en todo el país, pues la tradición manda pagar con tamales la suerte de encontrar al Niño Dios la Rosca de Reyes.

  • ¿A quién le toca vestir al Niño Dios?

    ¿A quién le toca vestir al Niño Dios?

    Katia Perdigón Castañeda

    Ésta es una de las conmemoraciones más antiguas de la religión católica, en la que se celebra a la Virgen y su purificación tras haber dado a luz al hijo de Dios; por esa razón el elemento emblemático es la candela bendecida. Sin embargo, la festividad se transformó  a  inicios  del  siglo  XX  y  aunque  no  se  sabe  cómo  o  desde  cuándo  empezó  la  costumbre  de  vestir  al  Niño  Dios,  lo  cierto  es  que  es  una  herencia  de  los  ropajes  que  realizaban  las  monjas  en  los  conventos  desde  la  época  virreinal.

  • Pages