Las elecciones presidenciales de 1958 fueron las primeras de ese tipo donde las mujeres pudieron hacer valer su derecho al sufragio en México.
La larga lucha emprendida por las mujeres mexicanas para lograr que se reconociera su derecho al voto culminó el 17 de octubre de 1953, cuando fue publicado en el Diario Oficial el decreto que reformaba el artículo 34 de la Constitución. “Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos”, decía la modificación.
La primera manifestación de la lucha de las mujeres mexicanas para ejercer el voto se dio en el ámbito periodístico en 1884, cuando en la revista femenina Violetas del Anáhuac, fundada y dirigida por Laureana Wright González, se demandó, aunque poco impacto tuvo en la sociedad. Luego, los vientos revolucionarios sirvieron de impulso a la vieja demanda de igualdad política y en 1910 varias asociaciones se unieron a Madero, entre ellas el club femenil antirreeleccionista “Las Hijas de Cuauhtémoc”, quienes buscaban lograr la participación política de las mujeres.
En 1916 se realizó el primer Congreso Feminista impulsado por el general y gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, y varias organizadoras. La Constitución Política de 1917 no negaba la ciudadanía a las mujeres ni la oportunidad de votar; sin embargo, no les otorgaban expresamente esos derechos y por ello seguirían excluidas de las urnas.
En 1937, impulsado por un intenso movimiento de las mujeres recién afiliadas al partido oficial, el presidente Lázaro Cárdenas intentó reformar el artículo 34 y hasta mandó el proyecto a la Cámara de Senadores, siendo aprobado al siguiente año, pero luego Cárdenas abandonó el asunto. El 24 de diciembre de 1946, durante la presidencia de Miguel Alemán, se dispuso que en las elecciones municipales participarían las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres, con el derecho a votar y ser elegidas.
Adolfo Ruiz Cortines incluyó el voto femenino en sus promesas de campaña y ya como presidente cumplió. Así, el pleno derecho a la participación política de la mujer sería legalmente reconocido en México a partir de 1953.
La obtención del derecho al voto femenino en América fue un largo y arduo camino que se logró en cada país luego de grandes luchas. En Estados Unidos, el momento fundacional se da en 1848 con la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls. Esta decía: “es deber de las mujeres de este país asegurarse el sagrado derecho del voto”. Y aunque solo fuera para las blancas, esto se lograría hasta 1920 con la decimonovena enmienda a la Constitución de EUA. Por su parte, las afroamericanas pudieron votar hasta 1965, cuando se logró el sufragio universal.
Uruguay fue el primer país latinoamericano en lograrlo. Aunque desde la Constitución aprobada en 1917 y que entró en rigor en 1919 se afirmaba que hombres y mujeres contarían con los mismos derechos, en la práctica ellas pudieron votar hasta 1927. Ya en 1932 se aprobó la Ley 8.927 con la que se les autorizaba su derecho a votar en las elecciones nacionales. En Argentina se dio un caso particular en 1911, cuando la doctora y activista Julieta Lanteri aprovechó que la Constitución prohibía el voto femenino para lograr que un juez de Buenos Aires fallara a favor de su petición de empadronarse. Para el 26 de noviembre siguiente, Julieta votaba en el atrio de la parroquia San Juan Evangelista de La Boca, convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana en hacerlo. En tanto, el primer proyecto de ley para permitir el voto femenino fue presentado sin éxito en 1919.
Habría que esperar hasta 1946 y al ascenso de Juan Domingo Perón a la presidencia para que se hiciera realidad. Así, el proyecto de ley fue presentado el 21 de agosto de 1946, y a pesar del apoyo de la primera dama Eva Perón, hubo que esperar más de un año para que la Cámara de Diputados lo sancionara el 9 de septiembre de 1947, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en el país sudamericano.
El artículo breve "1953 en México y en el mundo" del autor Luis A. Salmerón se publicó en Relatos e Historias en México número 127. Cómprala aquí.