Ichcaxóchitl Tecuichpo era hija del huey tlatoani Moctezuma II y de Tayhualcan, princesa de Tlacopan (Tacuba). Su primer nombre significa “flor de algodón” o “flor blanca” y el segundo “hija del señor”.
La princesa mexica Ichcaxóchitl Tecuichpo nació a finales de la década de 1500. Fue la hija predilecta del hombre más poderoso que había pisado el mundo que conocía: Moctezuma II, emperador de México-Tenochtitlan. Murió avanzada ya la conquista española, después de ver morir a su padre, derrumbarse el imperio en el que pasó su infancia y con un nombre distinto: doña Isabel de Moctezuma. Poco se sabe de su vida antes de la llegada de los europeos, aunque algunos suponen que fue casada por motivos dinásticos con un noble mexica que murió antes de la llegada de los conquistadores.
La mayoría de las fuentes relatan que gran parte de la amplia descendencia de Moctezuma murió durante la derrota de los españoles a manos del ejército mexica conocida como la Noche Triste, pero Tecuichpo logró escapar y regresar con los suyos, para posteriormente ser casada con su tío Cuitláhuac, suceso con el que se consolidó la posición de este como nuevo tlatoani. Pocos meses después, Cuitláhuac fue atacado por la viruela y murió, dejando su cargo al joven Cuauhtémoc, con quien Tecuichpo también fue casada.
Al caer Tenochtitlan y su último tlatoani en manos de los españoles, Tecuichpo fue bautizada y apadrinada por Hernán Cortés bajo el nombre de doña Isabel de Moctezuma. El título de “doña” reconocía su nobleza y el apellido Moctezuma recordaba que Tecuichpo era la única hija “legítima” y heredera del gran emperador mexica.
Tras la ejecución de Cuauhtémoc, Cortés se hizo cargo de asegurar el futuro de doña Isabel, concediéndole en encomienda parte del antiguo señorío de Tlacopan como dote en el matrimonio que le concertó con el conquistador Alonso de Grado, quien murió poco después de contraer nupcias con ella. Entonces Cortés llevó a vivir a su casa a la tres veces viuda –cuatro, si se considera su matrimonio previo a la llegada española– y concibió una hija con ella, Leonor Cortés Moctezuma, posiblemente producto de relaciones forzadas, pues doña Isabel llegó a rechazarla.
Poco antes del nacimiento de su hija, Cortés la casó nuevamente con el español Pedro Gallego de Andrada, con quien concibió un hijo, don Juan Andrade Moctezuma, heredero de la encomienda de Tlacopan y cabeza de una larga descendencia nobiliaria. Pedro Gallego también murió poco tiempo después e Isabel contrajo nupcias nuevamente en 1532, ahora con Juan Cano Saavedra, quizá por elección propia por primera vez, ya que Cortés había perdido para entonces Buena parte de su gran poder. Poco se sabe de la vida de esta mujer después de su último matrimonio, salvo que concibieron cinco hijos: Juan, Pedro, Gonzalo, Isabel y Catalina.
Doña Isabel de Moctezuma falleció en julio de 1550. Al momento de su muerte era una mujer rica, noble, cristiana, influyente y respetada por la sociedad; poco quedaba de la antigua princesa mexica en la noble dama novohispana, un claro ejemplo del duro proceso de mestizaje que sufrió esta tierra con la llegada del conquistador europeo.
Esta nota breve del autor Luis Salmerón se publicó íntegramente en Relatos e Historias en México número 106.