La influenza en México

De acuerdo con las notas periodísticas recabadas, la gripe española llegó a México a principios de octubre de 1918 y desapareció a finales de enero del siguiente año. Al menos eso ocurrió en Querétaro, en donde, según los registros de la prensa, murieron seis mil personas en ese periodo. En otros lugares, como Puebla y Michoacán, la pandemia empezó a decrecer desde mediados de diciembre. El mayor número de muertes ocurrió en noviembre. Las autoridades de Guerrero señalaron que, en ese mes, en ciudades pequeñas como Iguala y Taxco estaban muriendo de cuarenta a cincuenta personas diariamente. De Pachuca se informaba que en cada mina sucumbían de diez a veinte mineros que no alcanzaban ni siquiera a salir a la superficie, pues la enfermedad los atacaba de manera fulminante. En el Distrito Federal el número de afectados fue mayor: tan solo entre el 6 y el 7 de noviembre se notificó la muerte de 320 personas.

Las recomendaciones que se daban eran casi exactamente iguales a las que se proporcionan en la actualidad por el nuevo coronavirus: evitar las aglomeraciones, extremar la higiene, no saludarse de mano ni de beso, aislarse en lo posible, cubrirse la boca al toser o estornudar, no escupir en la calle. En algunas ciudades se cerraron bares y restaurantes, pero en otras, como en Ciudad de México, hubo quejas de que seguía la venta de fritangas y comida al aire libre, ante la mirada complaciente de los gendarmes a los que, incluso, se les veía comiendo tacos en alguno de los puestos; por ejemplo, en la esquina de Donceles y Manrique.

Consuelo Cuevas-Cardona. Bióloga y doctora en Ciencias por la UNAM. Es profesora e investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y miembro del SNI. Se ha dedicado a la divulgación de la ciencia y ha publicado diversos libros y artículos en revistas científicas. Sus trabajos se han enfocado en la historia de la ciencia –con énfasis en la biología–, así como en grupos y centros de investigación en México entre los siglos XIX y XX.

Cuevas-Cardona, Consuelo, “La gran pandemia de 1918”, Relatos e Historias en México, núm. 141, pp. 22-25.

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