Tras la proclamación del Plan de Iguala y la creación del Ejército Trigarante el 24 de febrero de 1821, bastaron siete meses para que nuestro territorio se emancipara de España. Tras una década de guerra, se puede pensar que esta etapa tuvo el mínimo derramamiento de sangre y que el virreinato simplemente se desmoronó políticamente. Lo cierto es que los fieles a la Corona continuaron peleando hasta el último poblado.