Los meses transcurridos entre agosto de 1940 y septiembre de 1941 en Marsella, Francia valieron toda una vida, o por lo menos así lo sintió el periodista norteamericano Varian Fry desde el momento en que tuvo que interrumpir para siempre su titánica misión de poner a salvo a muchos ciudadanos, hasta el último de sus días. Y es que Fry había logrado tejer una extensa red de colaboradores, incluso con la complicidad de algunos de ellos en tareas ilegales, para ayudar a escapar del nazismo a más de dos mil judíos y activistas luego del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Parte de esta historia, que además tocó a las puertas de México, es recreada a través de una historia ficticia en la serie Transatlántico.