Protagonizada por Pedro Infante y Fernando Soler, dos de los mejores actores de su tiempo y también de los más queridos por el público y demandados por los realizadores, La oveja negra es una historia decimonónica que transcurre en un pueblo rural del norte del país, por lo que retrata de forma tragicómica algunas de las costumbres de la época, desde las formas de educar o de vestir, hasta algunos de los oficios más comunes, como el del ranchero o el hacendado, y sus creencias.