El 20 de julio de 1971, Julio Bracho, director de La Sombra del Caudillo, manifestó a El Diario de México su escepticismo de que el filme que había rodado 11 años antes fuera exhibido alguna vez. Al respecto le dijo al reportero Eduardo Iturbide: “Aún existen muchos intereses que se creen vulnerados en ella (por la cinta)… Son hechos históricos… No he hecho sino seguir lo que había dicho el novelista. Y a Martín Luis Guzmán no se le ha vetado la obra”.