Los principales templos y el hogar del líder mexica Moctezuma Xocoyotzin se ubicaban alrededor de la actual Plaza de la Constitución. Fue el caso de las Casas Viejas de Moctezuma, un gran palacio repleto de vegetación y que fuera el hogar de Axayácatl, padre de aquel.

El centro de Ciudad de México es un espacio en el que se ha luchado por el poder desde hace siglos. Antes de la llegada de los españoles a principios del siglo XVI, los principales templos y el hogar del líder mexica Moctezuma Xocoyotzin se ubicaban alrededor de la actual Plaza de la Constitución, pero los vencedores españoles obligaron a demoler los vestigios de ese pasado a aquellos habitantes y construir sobre los mismos edificaciones a la europea.

Fue el caso de las Casas Viejas de Moctezuma, un gran palacio repleto de vegetación y que fuera el hogar de Axayácatl, padre de aquel. Durante la Conquista, fue ofrecido a Cortés para pernoctar junto a sus hombres, quienes rápidamente lo exploraron, observaron los tesoros que albergaba y se los apropiaron. También adecuaron un oratorio para realizar su primera misa en la ciudad y adaptaron un espacio para retener por la fuerza a Moctezuma. Luego, tras los hechos propiciados por Pedro de Alvarado en la Matanza de Tóxcatl o del Templo Mayor en 1520, sirvió de fuerte ante la colérica muchedumbre azteca.

Consumada la victoria militar, Cortés decidió construir en ese simbólico sitio su primer hogar. El futuro marqués del valle de Oaxaca tuvo así doble legitimidad. Sin embargo, con el paso del tiempo la Corona y los propios herederos de Cortés trasladaron el centro de poder al actual Palacio Nacional y las Casas Viejas pasaron al mejor postor e incluso se dividieron, hasta la fundación en 1775 del Sacro y Real Monte de Piedad de Ánimas por Pedro Romero de Terreros, uno de los hombres más ricos de la Nueva España y quien se dio el lujo de adquirir el inmueble.

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