Santos

  • San Fernando, el último de los reyes santos

    San Fernando, el último de los reyes santos

    Antonio Rubial García

    Para la monarquía española, enaltecer al rey Fernando III sirvió para reforzar simbólicamente su política respecto a Francia, que veneraba como patrono al rey san Luis IX, primo de Fernando por ser hijo de su tía Blanca de Castilla.

  • Cuando los milagros se parecen

    Cuando los milagros se parecen

    Javier Otaola Montagne

    La religión católica ha convivido, muchas veces contra su voluntad, con creencias que son anteriores al cristianismo. Aún en contextos distintos, son bastante comunes las historias de santos que indican el lugar exacto donde quieren ser venerados poniéndose pesados o regresando a sus iglesias después de haber sido trasladados a otros sitios. De igual forma las historias milagrosas del origen de algunas imágenes también se repiten como modelos narrativos.

  • Sofía, Irene y Anastasia

    Sofía, Irene y Anastasia

    Santas alegóricas

    Antonio Rubial García

    El relato de la noble Sofía y sus hijas Fe, Esperanza y Caridad también se inspiró en alegorías teológicas y fue promovido por el papado romano.

  • La Beatita de Pátzcuaro, consuelo para las embarazadas

    La Beatita de Pátzcuaro, consuelo para las embarazadas

    Una mística del siglo XVIII

    Monserrat Ugalde

    La Beatita es considerada como intercesora ante Dios por dos causas principalmente: se le solicita ayuda para aquellas que quieren ser madres y no lo han logrado, o cuando la salud de la mujer peligra durante el embarazo. Para ello aún hoy se reza una oración atribuida a San Francisco de Sales que se vende en puestos de Pátzcuaro. También es conocida por las plegarias para los niños que están por nacer y cuya vida corre riesgo durante el alumbramiento y los niños no bautizados. 

  • De prostitutas a ermitañas

    De prostitutas a ermitañas

    Los dos extremos de la santidad y la perversión femeninas

    Antonio Rubial García

    María Egipciaca era una mujer de Alejandría cuya hermosura y presencia la inclinaron desde los doce años a la prostitución. Después de una vida disoluta en su país, decidió embarcarse hacia Jerusalén para probar fortuna y, ejerciendo su oficio, pudo pagar a unos peregrinos el precio del viaje. En el camino, el barco fue azotado por una terrible tormenta, pero la mujer no pereció, pues estaba predestinada a ser protagonista de grandes muestras de santidad.

  • Santas travestidas y cambios de género

    Santas travestidas y cambios de género

    Antonio Rubial García

    Las narraciones hagiográficas relatan que, para librarse de un matrimonio no elegido, Eufrosina se vistió de hombre y así profesó en un monasterio masculino bajo el nombre de Esmeraldo. Casi al final de su vida, confesó el secreto y, tras su muerte, los monjes veneraron sus reliquias, que comenzaron a realizar milagros.

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