La obra de este pintor novohispano está presente en prácticamente todos los museos de arte de México y es tan prolífica que abarca desde composiciones para la Iglesia hasta representaciones de castas y de la vida cotidiana en Nueva España. Y a pesar de su copiosa producción, su obra en ningún momento desmerece en calidad.
A pesar de ser uno de los más grandes maestros del arte novohispano, aún existe polémica sobre sus fechas de nacimiento y muerte. Las referencias halladas indican que nació en Oaxaca en 1695 y que en las primeras décadas del siglo XVIII asistió al taller del pintor José de Ibarra, en la capital del virreinato. Ahí obtuvo fama gracias a sus habilidades, al grado de ser contratado por el arzobispo de México José Manuel Rubio y Salinas, a cuya petición Cabrera realizó la obra Nuestra Señora de Guadalupe, por mencionar uno de los encargos más célebres.
Cabrera supo colocarse en el gusto de la sociedad y montó un taller al que llegaron muchas solicitudes de trabajo. Su Retrato de Sor Juana Inés de la Cruz –en el Museo Nacional de Historia-Castillo de Chapultepec– es hasta la fecha una obra icónica por su brillante técnica y la importancia del personaje, aunque no es común que se conozca al autor del óleo.
También el templo de la Profesa –en la esquina de Isabel la Católica y Madero, en el Centro Histórico de la ciudad de México– resguarda uno de sus trabajos más ambiciosos: la representación de la vida de San Ignacio dividida en una serie de óleos de tamaño natural que fueron realizados en menos de un año y medio. Por su parte, el Museo Nacional de Arte –en la calle Tacuba, en el centro de la capital– alberga La Virgen del Apocalipsis, finalizada aproximadamente en 1760 y que toma como referencia para su realización la versión de San Juan Evangelista, en una composición llena de colorido y trazos excepcionales que han sido altamente admirados por los críticos de arte.
En 1753 su obra pictórica ya era ampliamente reconocida por el gremio y en ese año fue nombrado presidente de la primera academia de pintura en Nueva España, antecedente directo de la Academia de San Carlos. Su muerte sucedió en 1768 y representó un duro golpe para el arte, pues el maestro Miguel Cabrera aún tenía mucho que enseñar.
El artículo breve "Miguel Cabrera" del autor Gerardo Díaz Flores se publicó íntegramente en la revista impresa de Relatos e Historias en México No. 78: http://relatosehistorias.mx/la-coleccion/78-conspiracion-en-la-embajada-...