A mediados del siglo XVIII, proveniente de Europa, arribó un grupo de militares con una moda que cambió las formas respecto al arte del cortejo en Nueva España. De acuerdo con el investigador Pablo González Casanova, se trataba de la llamada “marcialidad”, que consistía en utilizar todo el dominio del galanteo para ganarse el corazón de una mujer, sin necesariamente llegar al matrimonio.
Dicha modalidad amorosa explotó las habilidades furtivas de los caballeros, normalizando el entrar a casas ajenas sin avisar a los padres o incluso al esposo de la dama a conquistar, sin saludar ni despedirse al irse. Esto, a los ojos de la sociedad de la época, convertía a las señoritas en “queridas públicas”.
Coléricos, los adultos críticos de este nuevo comportamiento encararon a los jóvenes que lo practicaban, quienes respondieron que “estaba de moda y era uso en la corte practicar la marcialidad”. ¡Castigo a la hija e hijo insolentes!, demandaron los adultos, aunque las reprimendas fueron ciertamente ineficientes, pues no los volvieron a las antiguas formas, ya que no pasaron de penitencias de rezo ni nada que quitara el sueño.
Los padres añoraban “la solidez moral de los tiempos pasados”, más cuando comenzaron a circular manuales para ejercer la marcialidad, en los cuales se recomendaba “enamorar públicamente a las damas casadas fingiendo pasión, odio y celos para lograr sus propósitos; y una vez logrados, abandonar a las mujeres, no sin haber hecho antes un sonado escándalo”.
La Inquisición puso manos a la obra para contenerlos. Recogió y quemó todo material indigno. “Los censuró diciendo que se trataba de papeles escandalosos, lascivos y obscenos; peligrosos y aversivos de la devoción y de la moral cristiana”, lo que, a la vez, los convirtió en uno de los materiales más buscados para su lectura.
En medio del escándalo provocado, la marcialidad tiempo después pasaría de moda. Ya llegarían otras prácticas amorosas surgidas en Europa que serían adaptadas en estas tierras.
Si desea leer el artículo completo, adquiera nuestra edición #167 impresa o digital:
Recomendaciones del editor:
Si desea saber más sobre la vida en Nueva España, dé clic en nuestra sección “vida novohispana”.
La marcialidad amorosa